Entrevista a la actriz Asumpta Serna
Por Benita Cuellar
“El actor es el especialista del alma humana”
La prestigiosa actriz trasmite sus experiencias através del Taller de interpretación cinematográfica, a actores de diferentes partes del mundo, incluido a los de Córdoba.
Son las 19.45 cuando traspongo la Belgrano, el humo y las ráfagas que proliferan de los autos me pegan en la cara. El tiempo corre y mis pasos se aligeran aún más. Doblo la esquina para alcanzar la cañada, buscando el destino de la cita: el NH Hotel. Cuando estoy a unos metros del lugar, veo a las tipas que anidan desde hace 60 años el recorrido del arroyo, tambalearse por los últimos aires frescos del invierno. Solo hace 10 días que llegó la primavera pero este persiste aún. Entro rápidamente y le pregunto al conserje de turno, por ella. Me dice que llame a la habitación. Todavía no llegó. Mientras espero en el hall de ingreso, junto a mis compañeras de entrevista, el sonido de varias lenguas se entrecruzan en mis oídos. Y recuerdo su español que escuché días atrás en la conferencia. Pasaron algunos minutos y la veo ingresar, aunque parecía cansada, apenas me vió me saludó con una sonrisa, venía junto a su esposo de terminar un arduo día de clases en el Taller de Interpretación Cinematográfica que dicta por unos días en el espacio en la Universidad Nacional de Córdoba. Pidió disculpas por la demora y dijo con acento español: “Hoy ha sido un día de largo trabajo”. Le insistimos que la esperamos mientras deja sus cosas en la habitación. Al rato baja con su sonrisa más radiante todavía. Nos dirigimos hacia las mesas del café, ubicadas al fondo del hotel.
Estoy a punto de tener una entrevista con una de las actrices de más trayectoria e importancia del cine mundial: Asumpta Serna. Esta artista, que cuenta en su haber con más de 100 películas rodadas, en diferentes idiomas y países, y éxitos como “Matador”, “Yo la peor de todas”. Pero que además recibió numerosos galardones por su carrera. Es la misma, que hoy está sentada en una mesa, rodeada de tres mujeres, dispuesta a que el encuentro se convierta en una charla de café, aunque no importe que tome licuado de frutilla. Ella es esta mujer sencilla, con una calidez humana impresionante. La que sin perder la simpatía, confiesa: “cuando llego a los 40 años, me entero que no podía tener hijos y tengo 40 años (risas). En ese momento comencé a preguntarme acerca de muchas cosas. Quién soy, sobre la vida, la muerte. Paré de trabajar durante un año. Y entonces en ese tiempo de reflexión tuve la necesidad de decir quién era yo. Era una actriz que había hecho mucho cine. Creía que había muchas cosas que necesitaba contar de mi profesión.” Esa necesidad que la llevó a transcribir sus experiencias, lo que pensaba que debía cambiar y otros temas relacionados a la actuación, en el libro “El trabajo del actor en cine” publicado en 1999. El primero, de otros que vendrían después. “Este libro fue el fruto de una necesidad de explicar quién era el actor del cine. Todo el proceso, desde el principio. La búsqueda de trabajo, la fama, la proyección, todo el periplo que tiene que pasar el actor. Mi idea fue: “vamos a decir lo que somos”, qué hacemos y que es un técnica y es distinta al teatro”, reflexiona. Muchas escuelas de cine y de teatro comenzaron a usar su obra como un interesante manual para sus alumnos. Este fue el punto de partida, para convertirse en profesora y también hacia la fundación First Team. Porque “desde entonces con Scott- Scott Claveland es su esposo y además es guionista y actor, juntos dictan los talleres- hicimos un primer taller en Portugal. El director de un festival de cine pequeño, pero con mucho empuje, tradujo el libro del español al portugués y me invito a dictarlo. A partir de allí nos llamó la escuela de Cine de Madrid para dictar uno, de 40 horas, que luego fueron meses hasta alcanzar el año”, rememora Asumpta, mientras todavía tiene el vaso lleno de licuado y de mi café solo queda la borra.
Sus enseñanzas con este Taller de Especialización Cinematográfica, las traslada a otras escuelas, pero los inconvenientes se sucedieron en las prácticas, debido a los grandes costos que esto generaba. Y fue en aquel momento, que decidieron junto a Scott, crear una estructura propia, la Fundación First Team, apoyada por grandes profesionales del cine.
Desde entonces lleva el taller por distintos lugares de España y otros lugares del mundo, incluido Latinoamérica. Como es el caso de Argentina, en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Tucumán, San Luis y Rosario.
En estos encuentros, dice la actriz, “nos dimos cuenta que no solo la interpretación de los actores era importante, sino que también los directores debían entender el proceso creativo del actor. Empezamos a hacer talleres para ellos también. Y vimos que a los directores jóvenes les hacía falta trabajar más con los actores en su formación, y que los actores vieran más cine. Entre ellos había dos lenguajes distintos, que teníamos que adaptarlos.”
Son actores que ya han tenido una formación teatral…
Y tienen que empezar de nuevo (risas). Tenemos actores que estudiaron en escuelas de teatro, y que quieren especializarse durante un año. Gente común, que tiene mucha formación teatral, que hizo incluso series de Tv, en Cataluña, el País Vasco, y otras diferentes regiones de España. Que tienen experiencias en audiovisual pero quieren aprender más... Es un mix: la gente universitaria que le sirve como un posgrado, y la gente común, que no son universitarias, a ellos les damos un certificado. Estamos todos juntos. Y esto facilita, porque nos dimos cuenta que muchas cosas se aprenden por que no todos vienen del mismo lugar. Sino que si hay uno que viene del teatro, otro de la publicidad y otro del modelaje, y esta diversidad es la que ayuda.
¿Les sirve a los técnicos también?
En el camino nos dimos cuenta, que por ejemplo los directores de fotografía, de sonido, de iluminación, han entendido al actor. Después de haberlos iluminado, fotografiado, etc., a 60 o 70 actores, ellos han tenido revelaciones de cómo iluminar más a prisa por ejemplo (risas). Le sirvieron a ellos porque entendieron al otro, se ponen en su lugar, intercambiando los roles. Es un trabajo en equipo, eso es lo que nosotros buscamos. Nos interesa mucho sobre todo por ejemplo en este curso de Córdoba, porque dentro de los oyentes hay muchos técnicos. Al mismo tiempo que nosotros vamos diciendo cosas para el actor, el técnico entiende que tiene que haber un tiempo para este. Y que ese actor no se lo puede tomar sin entender que hace el técnico, por eso trabajamos en equipo.
En este punto de la conversación, Asumpta toma sus primeros sorbos del licuado, mientras se entretiene con el sorbete y responde.
¿Como es el trabajo en Córdoba?
Es muy interesante, porque acá tenemos un lindo espacio en la Universidad Nacional de Córdoba, decíamos con Scott, que es el mejor que hemos trabajado en Latinoamérica. Es una habitación, que no es muy grande, tiene asientos en los tres pisos. Un espacio redondo, que lo podemos acotar y adaptar muy bien. Detrás de ese espacio, un sitio para decorado, lo cual es muy cómodo. También vestuario y maquillaje. Es perfecta porque estamos muy bien organizados. Tenemos más de 20 personas en el equipo, lo cual nos facilita mucho. Un mix de profesionales que también dan clases. Entonces ellos pueden hablar sobre aspectos de sus técnicas, cosa que a nosotros nos interesa porque son docentes, hemos encontrado un buen mix. La idea es hacer el año que viene ya dos módulos, según la financiación de nuestros patrocinadores (risas).
Las risas continúan y delicadamente saborea el refresco, antes de contestar a la última pregunta. A esta hora estamos fascinadas con su relato.
¿Cual es el mensaje que les deja a sus alumnos? Esos que siempre recalca…
Hay muchos. Nosotros tenemos 69 reglas. Y las 69 reglas, es no hay reglas (risas). Lo que le diría a la gente de Córdoba, es que la unión hace la fuerza. El conocer el trabajo del otro y la escucha, facilita mucho tu trabajo.
Así como una actitud positiva es una clave pare realmente progresar en tu trabajo. Y desarrollar la imaginación es una de las patas principales de la interpretación. Al igual que una acción gana una idea.
Argentina, es un país que tiene problemas como todos, pero creo que necesita un poco más de ilusión. Se siente demasiado lejos de las cosas, pero desde hace diez años las distancias se han acortado por internet, principalmente. Lo importante es la unión, que aprendan a hacer redes sociales. A comunicar sus trabajos. Que si una idea si se comparte puede ser mejor. Tanto en Rosario como en Córdoba, hemos visto actores muy buenos. Gente que tiene mucho potencial, es muy capaz y está preparada. Por eso, pienso que solo les falta un empuje de las instituciones que entiendan que hay que formar esa gestión y apoyarla. Lo que me da rabia es que cada institución hace lo suyo, en vez de brindar las herramientas para que la gente pueda gestionar su propia actividad y abrirse ¿no? Eso es lo que noto, que quizá hemos educado mal. Por eso, creo en la incorporación del actor al cine, como el especialista del alma humana, que entiende como se acciona y reacciona, para generar otros contenidos que vaya directo a la gente porque al final nos quedamos muy en la intelectualidad. Yo he aprendido mucho de Bolivia, de actores Aymaras y quechuas. Porque entre otras cosas no hay autorías, sino que sus comunidades son las autoras, cosas que me parecen muy bonitas.
La tertulia llegó a su fin, Asumpta, siempre con una sonrisa, posa con nosotras para las fotos y nos despide con un beso. Es la hora de la cena y se va a encontrarse con su esposo. Nos deja sus enseñanzas y una acaricia al alma, con una bofetada de aire renovado. Afuera, las sombras de la noche transformaron a las tipas en gigantes monstruos, y las luces amarillentas de los autos iluminan velozmente las calles, a estas horas desahitadas.
